Este año, en Detektor celebramos 32 años de historia. Más de tres décadas en las que hemos sido testigos de transformaciones en el mundo laboral, la tecnología y la forma en que las personas se conectan con su propósito profesional. Hoy, queremos detenernos a reflexionar sobre este camino recorrido y sobre lo que representa ser parte de una empresa como Detektor, donde conviven generaciones, se valora la experiencia y se impulsa el talento con visión de futuro.

Desde nuestros inicios en 1993, Detektor ha evolucionado de ser un pionero en radiofrecuencia a convertirse en una empresa tecnológica con soluciones de seguridad vehicular, gestión de flotas y telemetría avanzada. A lo largo de este tiempo, no solo hemos crecido en cobertura y capacidades, sino también en talento humano. Nuestra cultura organizacional ha sido moldeada por las personas que día a día construyen esta empresa desde adentro.

Uno de los elementos más valiosos que nos enorgullece es la diversidad generacional de nuestro equipo. Hoy, en Detektor se unen profesionales de distintas edades y trayectorias: desde colaboradores que iniciaron hace más de 25 años y que hoy se preparan para su jubilación, hasta jóvenes de la Generación Z, quienes aportan esta energía digital, mentalidad colaborativa y visión fresca del mundo. Esta combinación ha enriquecido la cultura interna y nos ha permitido mantenernos relevantes y en constante evolución.

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo esta nueva generación de jóvenes ha transformado la forma de trabajar, con una búsqueda clara de propósito, balance vida-trabajo y crecimiento profesional. De hecho, en nuestra organización, más del 30 % de los colaboradores tienen entre 4 y 6 años de antigüedad, y una proporción similar supera los 7 años. Esta estabilidad laboral no es casualidad: es reflejo de una cultura que promueve el desarrollo interno, el reconocimiento al mérito y el acompañamiento a largo plazo.

Otro de los grandes orgullos de Detektor es el rol que han jugado las mujeres en áreas técnicas y estratégicas. Historias como la de Stephanie Díaz quien se unió a Detektor con solo 19 años como técnica de instalaciones nos inspiran y nos recuerdan que la inclusión no es solo un valor, sino una realidad. Hoy, Stephanie no solo ha crecido profesionalmente dentro de la empresa, sino que también ha superado los estereotipos en una industria tradicionalmente dominada por hombres.

El avance tecnológico también ha marcado profundamente nuestra historia. A lo largo de estos 32 años, hemos pasado de tecnologías básicas de rastreo a plataformas sofisticadas de geolocalización, aplicaciones móviles, herramientas de análisis de datos y telemetría inteligente. Gracias a esto, hoy podemos ofrecer a nuestros clientes soluciones integrales que protegen sus activos, optimizan operaciones y salvan vidas. Esta transformación digital ha sido posible gracias a la apertura al cambio, la capacitación continua y la pasión por innovar que vive en cada colaborador de Detektor.

A medida que algunos de nuestros compañeros se preparan para cerrar su ciclo laboral con nosotros después de décadas de entrega, sentimos una profunda gratitud. Ellos han dejado huella en la historia de Detektor. Y al mismo tiempo, vemos cómo nuevas generaciones se suman con entusiasmo, dispuestas a aprender, aportar y construir el futuro de esta organización.

Hoy, 32 años después, no solo celebramos el paso del tiempo. Celebramos el talento que nos ha traído hasta aquí. Celebramos las oportunidades que hemos creado para cientos de familias en la región. Celebramos el espíritu innovador que nos mantiene en movimiento. Y, sobre todo, celebramos a las personas que hacen posible que Detektor sea mucho más que una empresa de tecnología: una comunidad que transforma vidas con propósito, visión y compromiso.